Un mito (relato falso
con sentido oculto, narración, discurso, palabra emotiva) se refiere a un
relato que tiene una explicación o simbología muy profunda para una cultura en
el cual se presenta una explicación divina del origen, existencia y desarrollo
de una civilización.
En este contexto, puede
considerarse a un mito como un tipo de creencia establecida, habitualmente a
través de varias generaciones, con relación a ciertos hechos improbables y
sorprendentes que, de acuerdo al mito, han sucedido en la realidad, los cuales
no son posibles de ser verificados de manera objetiva. Pero incluso los hechos
históricos pueden servir como mitos si son importantes para una cultura
determinada.
Clases de mitos
Mitos
teogónicos: Relatan el origen y la historia de los
dioses. Por ejemplo, Atenea surgiendo armada de la cabeza de Zeus. A veces, en
las sociedades de tipo arcaico, los dioses no son preexistentes al hombre. Por
el contrario, frecuentemente los hombres pueden transformarse en cosas, en
animales y en dioses. Los dioses no siempre son tratados con respeto: están muy
cercanos a los hombres y pueden ser héroes o víctimas de aventuras parecidas a
las de los hombres.
Mitos
cosmogónicos: Intentan explicar la creación del
mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor
cantidad. A menudo, la tierra, se considera como originada de un océano
primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una
función determinante en esta creación; en este caso tales gigantes, que son
semidioses, constituyen la primera población de la tierra. Por su parte, el
hombre puede ser creado a partir de cualquier materia, guijarro o puñado de tierra,
a partir de un animal, de una planta o de un árbol. Los dioses le enseñan a
vivir sobre la tierra.
Mitos
etiológicos: Explican el origen de los seres y de
las cosas; intentan dar una explicación a las peculiaridades del presente. No
constituyen forzosamente un conjunto coherente y a veces toman la apariencia de
fábulas.
Mitos
escatológicos: Son los que intentan explicar el
futuro, el fin del mundo; actualmente, en nuestras sociedades aún tienen amplia
audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales: los del fin del mundo
por el agua, o por el fuego. A menudo tienen un origen astrológico. La
inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos,
y toda clase de catástrofes naturales inexplicables, y que aterrorizan a los
humanos.
Mitos
morales: Aparecen en casi todas las sociedades: lucha del
bien y del mal, ángeles y demonio, etc. En definitiva, los inventos y las
técnicas particularmente importantes para un grupo social dado se hallan
sacralizadas en un mito. Los ritos periódicos contribuyen a asegurar su
perennidad y constituyen de esta forma una especie de seguro para los hombres.
Las fiestas a que dan lugar son para los hombres ocasión de comunicarse con las
fuerzas sobrenaturales y de asegurarse su benevolencia.
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